Cosas que sólo me pasan a mi (I)
Como el duende que soy, si algo me caracteriza es que siempre estoy cavilando cómo hacer la pifia. "Duendear" que digo yo... y no hay "fregao" en que no me enreden. Asi empezó esta vez, uniéndome a la causa de defender a una coleguilla en un foro que había recibido unos mensajes un tanto escabrosos...
Por supuesto mi colega hacía caso omiso de estos mensajes que la dejaban en el foro, pero todos los demás andábamos como locos por saber que historia había detras.
¿Quien sería este personaje que nos provocaba con terroríficas letras rojas? ¿Qué dolor se escondía tras sus insultos? ¿Se conocían? ¿Que había leído que los demás no percibíamos para reflejar ese odio? La cosa parecía seria... Todos menos la aludida contestábamos a sus mensajes. La curiosidad nos picaba, deseabamos respuestas y nada, el agresor cibernaútico alimentaba nuestro interés con su silencio y sus insultos . ¡Se habló hasta de censurar el foro! Me puse manos a la obra. Comencé una árdua investigación. E.mails, buscadores, localizadores de ip... días de intensa cabezonería, hasta que cansada ya de toparme con todos los obstáculos y mi inexperiencia en esto que conocen tan bien los hackers, me decidí a tomar el consejo que me hubiera dado mi padre:
- "Coge al toro por los cuernos"
Así, sin esperar respuesta, agregué la dichosa dirección e.mail a mi messenger y me encomendé a la Virgen de Cortes, que yo no creo en Dios, pero mi virgencica...
Pasaron unos días y una chavala del foro me agregó a su messeger. Una chica muy correcta, de las que siempre dan las gracias por adelantado, y a la que, pobriña, parecía no dársele muy bien el arte de que el ligue te aguante hasta el segundo polvo... Así empezamos nuestro idilio. Me quedé cortada ante el entusiasmo que demostró en nuestra conversación y como la ví tan lanzada me dio corte descubrirle que Duend@ es una aburrida ama de casa en paro. Asi pues que le seguí el rollo mientras me tiraba los trastos describiendo el color de sus medias chocolate y las botas negras de cuero que se ponía en ese momento.
Fue divertido ver a una mujer desvestirse para un hombre, pero tenía que contarle la verdad...
Por curiosidad, miré su "perfil" en opciones de messenger y .... ¡zás! Era él, el apodo maldito... el de los mensajes que me había tenido loca. Me armé de entereza. Cabeza fría, erguida, en guardia, ojo avizor: parece que ésta tiene ganas de marcha, y el duend@ se la va a dar.( Continuará...)
4 comentarios
Bohemia -
A nosotras sí, pero a la rojiza no la saques del error, no todavía.
Aunque :(( de madre que te ilusiones con alguien y todo es mentira :((
duende -
Gatopardo -
Hermione -