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Duend@

HUÉRFANOS

HUÉRFANOS Si hay algo que me afecta es el recuerdo de mi infacia. Ese fantasma invisible que despierta de nuevo toda la rebeldía de mis años de adolescente.
No puedo decir que en mi memoria no guarde momentos entrañables, pero hoy me desestabiliza todos aquellos que borraría de un plumazo. Son ácaros que no veo, pero que, repentinamente, me causan alergía emocional. Preferiría volverme fría y desmemorizar mi cerebro. Desgraciadamente, no sé volver a cargar en él otra vez el sistema operativo como lo haría en mi ordenador. Sin más remedió tengo que aguantar la traca que me bloquea.
Me he jurado a mi misma mil veces que no volvería a coger el teléfono cuando me llama mi madre. Siempre opto por crearme un perfil ficticio de ella y cortar el trato para que no vuelva. ¿Por qué no soy capaz de de aguantar firme y siempre cedo?
Ayer hablé de nuevo con ella. Fue una conversación en su dinámica habitual...Primero, su respiración ahogada y su llanto, sus "no puedo más"...Es en ese momento cuando tendría que haber colgado, pero, maldita sea, soy incapaz de no escuchar al que necesita ser oído. Como conozco el mecanismo de su chantaje emocional, me armo de madurez y me decido a callar, mientras relata sin pausas y sin que yo abra el pico. Así transurrieron cuarenta minutos... En ningun momento se tomó un respiro: hablaba, hablaba... daba igual que le contestara, no me oía. Con la oreja encalenturada tuve que hablar más alto que ella para frenarla, parece que es lo único que funciona. Entonces intenté plantearle una solución lógica a lo que relataba. Y ahí saltó el resorte... ¡Culpable, culpable soy desde que nací de todo!... Porque nací siendo mala, pareciendome a quien no debía, avergonzando a la que me parió. Pero ¿que hay de mis recuerdos? Fantasías mías, sádica que soy disfrutando, mientras me invento historias rocambolescas sobre la relación con mi madre. Y luego me cuelga el teléfono...
Envidia me dan los huérfanos, que carecieron de amor materno y de su desprecio también.
La luna está hoy en cuadratura con marte: era ineludible que me fastidiara el día.
Juro una vez más que no volveré a coger el teléfono...

8 comentarios

enkidu -

Alguna vez he sentido también envidia de los huérfanos y he pensado que hay familias que son peores que un campo de concentración. Porque en esas situaciones puedes odiar libremente, sin la vergüenza de estar infringiendo ningún mandamiento divino, sin sentirte un apestado por ello, sin temer que te parta un rayo por sentir las cosas que sientes y pensar las cosas que piensas y no ser capaz de honrar en tu mente y tu corazón a aquellos que te dieron la vida. Gracias por tu honestidad, duend@.

Bohemia -

Tal vez hay que aprender a aceptar que no somos perfectos y a escuchar sin oirlo todo; a filtrar las palabras y quedarnos con lo que de verdad nos corresponda, ya sea de cariño de regaño. Es lo que me pasa con mi papá; dice quererme mucho pero en su amor egoista me ha hecho llorar y pasar malos ratos.
Me culpa de su felicidad y de su tristeza; ha querido hacerme responsable si se muere y cuando no sé lidiar con eso me aislo y cuando lo hago puedo estar el resto de la vida sin contactar a la otra persona y como no lo quiero hacer con él, la paso mal.
Conclusión, que mejor no meternos demasiado en esas culpas y no absorber el veneno, aprender a ser sordos por elección. Sigo aprendiendo. Besos :)

duende -

Debo de ser tonta o rozar los límites porque me habéis consolado entre todos. Ya se sabe mal de muchos...

Natalia -

La verdad es que me siento totalmente identificada con este post parece como si lo hubiera escrito yo misma. Aunque mi madre solo me lo echa en cara cuando hago una de las mías.

Luis -

Mi historia con mi padre es parecida. Pero yo soy más bruto (es lo que tiene ser de pueblo) y trato de asimilarla comparándome a Cyrano de Bergerac. Él decía que no le gustaba su nariz...pero era suya y no se la podía arrancar. A mí me pasa lo mismo con mi padre: doble vínculo en la comunicación por su parte (dice que me quiere pero lo único que quiere es darme pena...), propósito por mi parte de nunca volver a hablarle...y recaídas continuas. Lo dicho, como lo de la nariz: no me gusta...pero es mi padre. Y menos mal que se puede ser feliz a pesar de eso, que si no me iba a acordar yo de esos que dicen que la Naturaleza es sabia y que todos sus mecanismos tienen sentido...

Hermione -

Supongo que existen cosas incompatibles y ante las que no queda más que elegir.
Y creo que es una suerte vivir tu vida, a no vivirla por no dañar a quien no entiende que sus limitaciones están en su propia persona.
Una sonrisa cariñosa.

Bohemia -

Primero quiero darte un fuerte abrazo y cuando tu respiración vuelva a ser pausada quiero tomarte de las manos, mirarte a los ojos y preguntarte algo, para que no lo respondas con palabras audibles, sólo para que escuches la respuesta de tu corazón: ¿estás viva?

Te entiendo mucho, mucho; hay alguien que me duele porque no sabe que me chantajea con su tristeza que siempre es mi culpa, pero cuando se le pasa, resulta que su felicidad también es mi culpa. Y la respuesta siempre ha estado ahí y no la vemos. Es su mundo el que está hecho jirones y no depende para nada de lo que yo haga, diga o piensa.

Para pensar puedes por un tiempo desterrar el teléfono de tu casa pero sabes que no sirve de nada porque lo que debes digerir estará en el aire hasta que lo hagas y te liberes.

No sé leer el calendario lunar pero tiene una carita sonriente, así que escojo que hoy es un día perfecto para amar :) ¿Te puedo dar otro abrazo?

Gatopardo -

Creo que has encontrado
el tono y la forma, y cala hondo este escrito de hoy.
Un abrazo tiernísimo.